4 a.m

La luna entraba por la ventana como una tentación. Una llamada a deambular sin rumbo al aire libre; a los singrados de esa noche congestionada de pasos de peatones sin rayas. Aferrada al teclado de Herbie Hancock, abrió por quinta vez el cuaderno rojo y se sentó de espaldas a la ventana. Sacó la pluma. Siempre escribía con pluma. Nunca usaba el ordenador, salvo para la versión definitiva. Era una sensación extraña la de escribir con pluma. Le producía dentera su agrio rasgar. Y eso le gustaba.

Acercó el cenicero y se lió un cigarrillo. Apagó la cerilla justo antes de quemarse el dedo. Tras la tercera calada apoyó la punta de la pluma en la primera hoja del cuaderno rojo, entre la tercera y la cuarta línea, y empezó a escribir:


La luna entraba por la ventana como una tentación. Una llamada a deambular sin rumbo al aire libre, a los singrados de esa noche congestionada de pasos de peatones borrados. Aferrada al teclado de [...]




Se llamaba/llamará Carol. Su nombre será John...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
(suspiro)
Berta ha dicho que…
megustamegustamegustamegusta
Juls ha dicho que…
http://www.goear.com/listen/3f37dec/carol-rolling-stones

Me gusta(s)

Entradas populares de este blog

REGISTRO MALIGNO DE TODA EXPECTATIVA