relojes
Un fama tenía un reloj de pared y todas las semanas le daba cuerda CON GRAN CUIDADO. Pasó un cronopio y al verlo se puso a reír, fue a su casa e inventó el reloj-alcachofa o alcaucil, que de una y otra manera puede y debe decirse.
El reloj alcaucil de este cronopio es un alcaucil de la gran especie, sujeto por el tallo a un agujero de la pared. Las innumerables hojas del alcaucil marcan la hora presente y además todas las horas, de modo que el cronopio no hace más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va sacando de izquierda a derecha, siempre la hoja da la hora justa, y cada día el cronopio empieza a sacar una nueva vuelta de hojas. Al llegar al corazón el tiempo no puede ya medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el cronopio encuentra un gran contento, entonces se la come con aceite, vinagre y sal, y pone otro reloj en el agujero.
Julio Cortázar.
¿cumplo años?
El reloj alcaucil de este cronopio es un alcaucil de la gran especie, sujeto por el tallo a un agujero de la pared. Las innumerables hojas del alcaucil marcan la hora presente y además todas las horas, de modo que el cronopio no hace más que sacarle una hoja y ya sabe una hora. Como las va sacando de izquierda a derecha, siempre la hoja da la hora justa, y cada día el cronopio empieza a sacar una nueva vuelta de hojas. Al llegar al corazón el tiempo no puede ya medirse, y en la infinita rosa violeta del centro el cronopio encuentra un gran contento, entonces se la come con aceite, vinagre y sal, y pone otro reloj en el agujero.
Julio Cortázar.
¿cumplo años?
Comentarios
Los cronopios, olvidadizos y despistados por naturaleza, nunca han llegado a comprender del todo el concepto de tiempo. Es por eso que los cronopios no entienden la extraña liturgia matinal de los famas; sin embargo, son muchos los que la observan con atención como si se tratara de un misterio inexplicable.
Pero lo que verdaderamente causa curiosidad en un cronopio es que todo fama tiene siempre un número marcado en rojo en su calendario. Cada fama tiene un día rojo distinto y ningún cronopio sabe lo que ese día significa. Sólo han conseguido averiguar que la noche del día en que se llega a ese número rojo, cada fama siempre celebra una gran fiesta.
Siempre que un cronopio quiere celebrar una fiesta, pinta un número rojo allí donde está, es por eso que las paredes de la casa de un cronopio, las aceras, las señales de tráfico, los pasos de cebra, las tabernas, las farmacias e incluso algunas tiendas han acabado plagadas de números rojos.
Si tienes el día de hoy marcado en rojo en tu calendario, si mires donde mires no eres capaz de ver más que números rojos, no es que hoy sea tu cumpleaños, ya que los cronopios nunca cumplen años, sino que parece que algún cronopio celebrará hoy una gran fiesta.
la hora es para los famas. pero este cronopio llevará un rotulador rojo en el bolso, para manchar todo el dia punto por punto.
pásate.
Ponga una rubia en su vida.