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mi

Es que no me he preguntado nunca como alargar un silencio. y dije que me preguntaba muchas cosas. de retórica que apaga farolas. Y no era cierto. Había un espejo y me observaba el cuello. Eso era todo lo que podía preguntarme. Por qué había un espejo. ¿Estética? Me gusta esa palabra, ¿qué significa? que me gusta tu cuerpo por como sabe y como sabe por tu lengua, por como sabe y como sabe por tu cuerpo. y hace rato que no hablo. ¿rato que no digo? me detienen. porque mi manera de vivir lleva acento en la mi.

entidades

y ¿quién no tiene miedo a llevar las piernas al aire. a pensar lo que te induce el viento. a sentir lo que te sugiere el cuerpo. a vivir. ? yo estoy eternamente asustada. y eternamente tentada. y aun no sé si es malo.

ELIPSIS

Me has limado los dedos con tu piel. Te has comido, a carcajadas, cada pedazo en blanco de mi cuaderno. Te has bebido mi ombligo y la tinta que quedaba. Reseca, pero tinta. Y no ha bastado. No ha bastado arrancarme los sueños a deseo. Torturar mis entrañas con tu tacto. Dislocar mis sentidos y mis horas. Ensayar una obra cada día. No has parado hasta robar cada metáfora. Hasta romper cada verso. Hasta que me he tragado el antídoto de la rima. Y me sentí angustiada. Me sentí obligada a tararear nanas a las musas. Pero es que yo no sabía. Yo pensaba. Y además yo pensaba que la literatura eran palabras. Y ahora te grito que no pares, te susurro que no pares, te acaricio que no pares, te observo que no pares. Y además te lo pido.
time to write...
difícil escribir con la boca llena. difìcil no escribir lo que te piden los dedos. díficil no saber escribir lo obvio. difícil convertir la obviedad en escalofrío. Te amo por cejas, por cabello, te dabato en corredores blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz, Te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz voy poniéndote en el pelo cenizas de relámapago y cintas que dormían en la lluvia No quiero que tengas una forma, que seas precisamente lo que viene detrás de tu mano, porque el agua, considera el agua, y los leones cuando se disuelven en el azúcar de la fébula, y los gestos, esa arquitectura de la nada, encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro. Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo. pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco con ese pelo lacio, esa sonrisa. Busco tu suma, el borde de la copa donde le vino es también la luna y el espejo, busco esa línea que hace temblar a un hombre en una galería de museo. Además te quiero, y hace tie...

sin tener que morir o matar

hora. con ese.

La luna entraba por la ventana como un hacha. La sombra generaba siluetas incandescentes sobre la mitad de su colchón. La otra mitad rozaba la taquicardia pre-vómito de las noches de luna llena. No se duerme igual . Le había dicho su padre años antes. No. No se duerme. Igual. Igual da. Lo mismo es. No se duerme y punto. Y si se duerme es para obtener registros subconscientes hitchcockianos. Se apartó el negro mechón que le ocupaba la frente. Se ajustó la almohada. Se giró hacia la silueta del otro lado. El pelo rubio caía por su espalda como una tentación. Sus pechos navegaban por el aire de la habitación con un descaro insostenible. Huían de sus torpes dedos que recorrían incansables la estela de sus pezones. Sus muslos estaban tan enganchados a sus caderas que le impedían casi la totalidad del movimiento. Sus labios se acercaron a su frente. Le sopló el mechón y empezó a hablarle al oído. Se encendió la luz del patio. ¡Desaprensivo trasnochado! Murmullo. Giró la cabeza. Volvió a ver ...

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